UN NUEVO SISTEMA PARA IDENTIFICAR VIOLADORES INCLUSO SIN ADN

Los delincuentes sexuales toman cada vez más precauciones para no ser descubiertos y la utilización de preservativos junto a sus crímenes ya es habitual. Así, un equipo de biólogos forenses de la Universidad de Murdoch en Perth (Australia) cree que una manera de solucionar este problema es comparar las bacterias que están presentes en el vello púbico de la víctima y de los sospechosos y crear una huella digital microbiana para atrapar al culpable.
Para su experimento, los investigadores pidieron a 7 individuos (dos de ellos convivían juntos) que recogieran muestras de cuero cabelludo y de vello púbico durante 5 meses. Pasado ese tiempo, analizaron las muestras en el laboratorio descubriendo que las bacterias del vello púbico eran prácticamente las mismas en todas las muestras: el paso de los meses casi no había cambiado la composición de las bacterias. Lo sorprendente es que hallaron que, aunque las bacterias del vello púbico de cada persona eran distintas, las de la pareja que compartía casa compartían similitud entre ellas, mucho más patente a los 5 meses que a los dos meses.
Siendo conscientes de que la pareja había mantenido relaciones sexuales 18 horas antes de la recogida de la muestra de vello, “lejos de ser concluyente, estos resultados son alentadores y muestran que puede ser posible diferenciar entre los individuos sobre la base de sus bacterias”, explica Silvana Tridico, líder del estudio.
Por este motivo, Tridico considera que el vello púbico tiene un potencial especialmente alto para aplicaciones forenses, ya que permite identificar a una persona a través de las bacterias que viven en él. Y como estos microorganismos se transfieren durante el coito, son idóneos para casos de crímenes sexuales.
Podría pensarse que un pelo es una prueba mucho más eficaz para incriminar a un sospechoso, ya que no es difícil de perder y relaciona al individuo directamente con su ADN. Sin embargo, está demostrado que en las agresiones sexuales es poco probable la transferencia de vello público, cuya posibilidad es tan sólo de un 4%.
Además, la mayoría de cabellos que se recogen en la escena del crimen carecen de raíz, por lo que no tienen suficiente material genético (o ninguno) para una identificación óptima. Estas limitaciones biológicas han obligado a los forenses a descubrir nuevas vías alternativas de identificación. Existen, por ejemplo, estudios que demuestran la transferencia de bacterias desde los dedos al teclado y el ratón del ordenador, lo que también podría emplearse para el reconocimiento de personas.
Técnicas de microbiología forense como la propuesta por Tridico prometen una nueva vía para la identificación policial. El siguiente paso es continuar los estudios con más individuos y muestras. Una vez se demuestre su utilidad, habrá que tomar las medidas necesarias para que estas firmas microbiológicas sean consideradas al mismo nivel que las huellas dactilares y las pruebas de ADN.
El estudio, que ha sido publicado en la revista Investigative Genetics, ya ha tenido reacciones interesantes acerca del posible uso de esta nueva técnica forense. El investigador Max Houck del Consolidated Forensic Laboratory de Washington DC (EEU) afirma: “Creo que este método tiene interesantes posibilidades para la ciencia forense; los vellos púbicos humanos podrían tener un uso potencialmente significativo en los casos en los que la víctima y el sujeto no han tenido contacto sexual previo
BIBLIOGRAFIA:
http://www.jornada.unam.mx/2014/12/18/ciencias/a02n2cie
http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2014-12-16/un-nuevo-sistema-para-identificar-violadores-incluso-sin-adn_591366/